Para tatuar con total higiene y seguridad, un tatuador debe seguir una serie de medidas preventivas que incluyen, entre otras, las siguientes:
El tatuador debe lavarse las manos con jabón antibacterial antes y después de cada sesión de tatuaje. También debe mantener su ropa limpia y usar ropa protectora adecuada, como guantes desechables, batas y mascarilla.
Antes de comenzar cada tatuaje, el artista debe desinfectar el área de trabajo con un desinfectante de superficies adecuado y limpiar los instrumentos que se van a utilizar.
Es importante que el tatuador utilice agujas nuevas y empaquetadas individualmente, así como tintas y otros materiales estériles.
El cliente debe lavar la piel con agua y jabón antes del tatuaje para reducir el riesgo de infección. Si el tatuaje se realiza en una zona con vello, el tatuador debe rasurar la zona previamente.
El tatuador debe utilizar técnicas asépticas durante todo el proceso de tatuaje, incluyendo la aplicación de una solución desinfectante en la piel antes de tatuar, el uso de guantes desechables y la limpieza regular de los instrumentos.
Todos los materiales desechables utilizados durante la sesión de tatuaje, como guantes, pañuelos de papel y apósitos, deben ser colocados en un contenedor de residuos biológicos.
El tatuador debe educar al cliente sobre cómo cuidar adecuadamente el tatuaje después de la sesión, incluyendo cómo limpiarlo y aplicar una crema antibacterial.
Siguiendo estas medidas preventivas, un tatuador puede asegurarse de tatuar con total higiene y seguridad para el cliente y para sí mismo.